Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas https://alvinswyd946829.blue-blogs.com/46351359/materazzi-revela-qué-dijo-antes-del-cabezazo-de-zidane