Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en un https://nicolasswje372725.angelinsblog.com/37466614/qué-motivó-el-gesto-de-zidane-en-2006